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Te cuento algo personal.
Cuando trabajaba en oficina, había días en los que, sin darme cuenta, me quedaba sin respirar. Estaba tan metida en la presión de cosas– correos, reuniones, llamadas, más correos… ¿te suena? – en esos momentos necesitaba una bocanada gigante de aire, como si hubiera estado aguantando la respiración por horas.
Y es que cuando estamos bajo tanta presión, nuestra respiración se vuelve superficial, rápida… y eso solo aumenta el estrés. Me pasaba a diario, y no tenía ni idea de que podía cambiarlo con algo tan básico como aprender a respirar conscientemente.
¿Por qué es importante la respiración?
Cuando estás bajo presión, tu cuerpo entra en modo «supervivencia». Te preparas para actuar rápido, tu corazón se acelera y tu respiración se acorta. Es tu cuerpo diciéndote que hay peligro. Pero la realidad es que no estamos huyendo de un león, simplemente tenemos mucho trabajo. Si no tomas el control de esa respuesta, te desgastas más de lo necesario.
La buena noticia es que hay una forma súper sencilla de cambiar esa reacción (seguro que ya la sabes😉) : respirar profundamente y de forma consciente. De hecho, hacerlo puede tener un efecto casi inmediato para calmar el cuerpo y la mente.
¿Qué puedes hacer? Te comparto una técnica fácil
Te voy a enseñar algo que aprendí y que me ha ayudado muchísimo desde entonces.
Es un ejercicio de respiración sencillo que puedes hacer fácil. No necesitas mucho tiempo ni espacio, solo la disposición de parar mentalmente un instante.
Aquí va
Hacer 10 respiraciones largas y profundas 3 veces al día
¿Cuándo?
Una al levantarte, abres la ventana y coge aire de fuera, si vas con el tiempo apurado lo haces antes de entrar en la oficina
Dos a medio día, puedes hacerlo incluso en tu mesa de trabajo, aunque es mejor hacerla con los ojos cerrados, así que ve a un lugar donde no te molesten (el baño si está limpio puede ser un lugar)
Tres al salir del trabajo o por la noche antes de irte a dormir
¿Qué vas a notar?
Después de hacer este ejercicio, vas a notar cómo el estrés baja. Te lo aseguro.
Estas respiraciones son un reseteo neuronal para la mente, así que te sentirás más tranquilo, con más claridad mental y con un enfoque mucho más fresco.
Y lo mejor es que tu cuerpo también lo va a agradecer, porque la respiración profunda oxigena mejor tus músculos y tu cerebro.
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Esta técnica es solo la punta del iceberg. En la Escuela Online comparto muchos más ejercicios y herramientas para ayudarte a gestionar el estrés y mantener el equilibrio, incluso en esos días que parecen no terminar. Si sientes que podrías beneficiarte de tener más recursos como este para mejorar tu bienestar, te invito a unirte.
Aprender a respirar y a gestionar tus emociones puede hacer una diferencia enorme en tu vida laboral y personal.
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